Una noche cadenera
Calificar un fenómeno, una acción o incluso un objeto como “distinto” habitualmente se acerca al eufemismo. Sin embargo, después de haber celebrado una vez más el Día del Bandoneón, podemos utilizar el adjetivo sin miramientos.
Pasó la quinta noche del bandoneón en Bahía Blanca y fue realmente un festejo distinto: alrededor del fueye se reunieron distintas expresiones del tango de distintos puntos del país a través de distintas generaciones.
Cuatro fueron las agrupaciones que se hicieron escuchar esa noche: Enrique Nicolás Trío, la Orquesta Bahía Blanca Tango, Javier Cohen Trío y la Orquesta Típica En Conserva. En ese orden se presentaron en el escenario del Teatro Municipal, frente a un público que colmó la platea y los palcos bajos.
Enrique Nicolás, quien fuera el último pianista y director musical de Rubén Juárez, llegó desde la provincia de Neuquén junto con su hijo Ezequiel y el bandoneonista Nicolás Malbos para compartir obras de grandes creadores que atraviesan toda la historia del tango. Sus arreglos están marcados por un estilo singular que se permite una búsqueda armónica manteniendo los elementos característicos del género.
En esta versión de “Canaro en París” (Caldara y Scarpino), que interpretaron antes del bis con el que concluyeron su parte, combina modulaciones y texturas orquestales poco frecuentes (solos de contrabajo) con modelos de acompañamiento que son típicos del género (marcatos, yumba, umpa-umpa).
La Orquesta Bahía Blanca Tango, por su parte, dirigida por el contrabajista y guitarrista Jorge Vignales, interpretó dos tangos instrumentales, “Danzarín” (Julián Plaza) y “Che, Buenos Aires” (Raúl Garello) y otros dos con la voz de Pablo Gibelli, “El patio de la morocha” (Mores/ Castillo) y “Por unos ojos negros” (Dames/Sanguinetti).
Ante la ausencia de Javier Stromann, Francisco Vitali, quien formó parte del grupo que inició el taller de bandoneón en el Teatro Municipal junto con Malbos, Pablo Amado y Julián Mansilla, se desempeñó como único bandoneón de la orquesta.
En tercer término, Javier Cohen, referente del área de Tango de la Escuela de Música Popular de Avellaneda, se presentó con su trío, integrado además por Claudio Gandolfo en bandoneón y Hernán Fernández en percusión. La propuesta del grupo se basa en una búsqueda continua desde la improvisación sobre los basamentos de la música rioplatense. Por la tarde, Cohen había presentado este enfoque con un taller gratuito para el público en general, en los que trabajó con distintos ejemplos de solos ejecutados por Roberto Grela, improvisaciones de Osvaldo Berlingieri en la orquesta de Aníbal Troilo y también composiciones propias. Este abordaje se puede comprender mejor con el registro que quedó en nuestro canal de YouTube de la versión del tango “Sur” (Troilo/Manzi) que interpretaron en esta ocasión.
Por último, salió a escena la Orquesta Típica En Conserva, un espacio de formación en el género surgido en el seno del Conservatorio de Música de Bahía Blanca. Interpretaron dos piezas instrumentales y tres cantadas, todas ellas con arreglos escritos especialmente por el maestro Gastón Ares.
La orquesta, además, despidió al público tocando “Bien porteña” (Alessio) en el hall de acceso a la sala, mientras la pareja de Gerónimo Blint y Fiorella Guidi, voces de la orquesta, dibujaron ochos con el ritmo de milonga.
El encuentro no podía culminar sin evocar la memoria de Olga Bruñini, Humberto Bruñini y Hugo Marozzi, quienes durante los últimos años del siglo pasado fueron los mentores de agasajar con un concierto al bandoneón y sus intérpretes en toda la zona.
Tampoco sin la interpretación de “La Cumparsita”, el ritual necesario, que une en un solo canto a intérpretes, alumnos y alumnas del taller de bandoneón de nuestro querido teatro, para cerrar el círculo de una nueva noche inolvidable del bandoneón.